Tiempo destrozado
Amparo Dávila, Fondo de Cultura Económica (FCE), Letras mexicanas no. 46, primera edición, 1959, viñeta de Pedro Coronel, pasta dura, tela y camisa, detalles en camisa y lomo (manchas), nombre de anterior propietario en portada interna, 126 páginas, 13x 12 cm. #elarbollibreriadeuso
En su primer libro de cuentos, Amparo Dávila reúne relatos de muy diversa factura pero que, sin embargo, se identifican interiormente por la preocupación central que los informa, centrada en la recreación artística de determinados momentos de la vida cotidiana que, debido a la intervención de elementos y circunstancias psicológicas, se matizan poco a poco y acaban por adquirir perfiles distintivos.
Lo insólito, unido inextricablemente a la sensación de lo vivido, integra la trama de estos cuentos, en los que encontrará el lector situaciones, ambientes y personajes que alientan vida propia. A veces el hilo conductor enhebra la intensidad espiritual que experimenta el enamorado; ya cuando invade la perspectiva deformada de una solterona como cuando penetra en el mundo interior de un respetable padre de familia, la autora administra sobriamente sus recursos y nunca traspasa los límites lógicos de tiempo y lugar; con ello aumenta la nitidez de marcos e imágenes, al mismo tiempo que abre el camino al desarrollo propio del relato.
La soltura con que Amparo Dávila maneja a sus personajes, la inteligencia con que los mueve entre los dos planos de lo fantástico y lo real, hasta el equilibrado desenlace, hacen de Tiempo destrozado un digno volumen y le aseguran un lugar en la más reciente producción literaria mexicana.