El camino directo
Andrew Harvey, Ed. B. Argentina, 2001, 327 p. Pasta dura con camisa en buen estado, 15.3 x 23.7 cm #elarbollibreriadeuso
El camino directo es el camino hacia Dios sin dogmas, sacerdotes ni gurús. Es el sendero del despertar. Para comenzar a recorrerlo no es necesario viajar, cambiar de nombre o inscribirse en cursos costosos. Lo sepamos o no, todos nos encontramos en algún punto de ese sendero desde el día en que nacimos.
En la actualidad, gran cantidad de personas se consideran a sí mismas seres "espirituales". Aun así, la observancia de los ritos impuestos por las distintas religiones está decayendo, tal vez porque la humanidad busca hoy una forma propia de encuentro con lo divino.
Andrew Harvey pasó su infancia en la India, donde comprendió la secreta unidad que reconcilia y trasciende los opuestos. Allí la presencia de Dios se le manifestó en el contraste de una naturaleza espléndida con escenas de pobreza y agonía y en la convivencia de expresiones religiosos diversas: sus padres eran protestantes, su institutriz católica, sus sirvientes hinduistas, su chofer musulmán. En la crónica de su propio recorrido espiritual, el autor revela la desilusión que le causaron los gurús y las hipócritas jerarquías de muchos movimientos religiosos.
Inspirado en las tradiciones místicas de todo el mundo ―el budismo, el hinduismo, el taoísmo, el sufismo, la cábala y el cristianismo― propone, a la manera de un amigo y no de un maestro, practicas transformadoras que ayudan a unir mente, cuerpo y alma para incorporar lo sagrado a la vida diaria.
La divinidad es inherente a todos los seres humanos. La exploración de nuestro ser esencial crea un sendero hacia Dios y, al mismo tiempo, hacia todos los seres que comparten con nosotros la existencia.
En esta obra, innovadora y elocuentemente escrita, el renombrado erudito en temas religiosos Andrew Harvey fundamenta ―con el conocimiento que le dan más de veinticinco años de estudio sobre las diversas tradiciones místicas del mundo― la creación de un iluminador mapa espiritual sobre el que es posible delinear un sendero directo a lo divino y atravesar las cuatro etapas del desarrollo espiritual: despertar, compromiso, unión y nacimiento.
En El camino directo, Dios es un concepto totalizador, liberado de dogmatismo. Para el autor, el conocimiento científico y el místico deben alcanzar la comunión; los logros de la ciencia occidental y la antigua sabiduría de los sistemas místicos de Oriente deben encontrar sus objetivos comunes; el conocimiento sagrado de carácter interior y la responsabilidad de actuar en el mundo deben fusionarse.